Hola lectores.
Azules son las horas es la primera novela de la periodista Inés Martin Rodrigo, novela en la que nos descubre la vida de Sofía Casanova, una de esas mujeres de nuestra historia -La historia de España- de la que no se ha reconocido su valía, pero cuya vida merece un recordatorio. Lo mismo pensó Inés cuando encontró el titular de un reportaje denominado «La periodista que entrevistó a Trotski» y cuya protagonista era Sofía Casanova sobre la que Inés se puso a investigar.
Yo al igual que ella (no me comparo con mi pésimo arte de escribir), quería hacer un pequeño homenaje a esta mujer y traeros un resumen de lo que fue su apasionante vida y que Inés nos narra en esta obra entre la realidad y la ficción: entre lo que conocemos sobre la vida de la propia Sofía Casanova, y lo que la autora imagina para su protagonista. Además en la novela Inés reflexiona sobre la necesidad del periodismo para transmitir la verdad.
¿Quién fue Sofía Casanova?
Casanova asumió muchos roles en su vida, como el de novelista, traductora, madre, poeta, enfermera, sufragista, intelectual, viajera, dramaturga y además firmó la primera traducción de «Quo vadis?» al español y fue propuesta para el Nobel de Literatura.
Ya de pequeña Sofía apuntaba maneras. Con un padre ausente y una madre coraje que se traslada a Madrid, la sorpresa de descubrir que la niña ha renunciado a dos pares de zapatos y tres enaguas con tal de meter libros en su maleta.
Sofía va creciendo escribiendo versos en el aire mientras pasea por los salones literarios de la época conociendo a Valera, Zorrilla, Campoamor… El Faro de Vigo publica una de las composiciones de Sofía. Su fama crece y llega hasta la corte: los reyes quieren que recite para ellos. Y no sólo eso: Alfonso XII sufragará «Poesías», su primer libro. La Gaceta de Madrid le abre sus puertas.
Se enamora de Wincenty Lutoslawski, un polaco de visita en Madrid y marcha a Polonia. Será un matrimonio desgraciado, tendrán cuatro hijas, una de las cuales morirá pronto; pero su marido Wincenty desea un varón que no llegará. Infidelidades, desprecios, lágrimas. Ella se refugia en la escritura; también en el aprendizaje de la nueva lengua. Continuos viajes en función de los destinos académicos de su marido: Moscú, Londres, Kazán, donde él tendrá como alumno a Lenin. Por muy lejos que esté, Sofía no deja de recibir, hasta con tres meses de retraso, los ejemplares de ABC que le envía su hermano para tenerla al tanto de la actualidad.
El fin de su matrimonio marca su regreso a España. Y El Liberal quiere contar con ella. Bernard Shaw, Tolstói, Dumas hijo; su lista de conocidos se alarga: Blanca de los Ríos, Torcuato Luca de Tena, Manuel Machado, Benavente, Pardo Bazán, Ramón y Cajal, Galdós. Gracias a don Benito, precisamente, estrena «La madeja» en el Teatro Español; un paréntesis antes de volver a Varsovia en vísperas del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y de su mujer.
Sofía cubre el estallido de la Gran Guerra para «El Liberal», hasta que Torcuato Luca de Tena le propone ser la corresponsal de ABC en el frente oriental. Enfermera en uno de los hospitales de campaña, además de periodista, sus crónicas reflejarán una realidad sobrecogedora: gases tóxicos, gangrena, muerte, con la objetividad siempre por bandera. Un infierno del que huye con su familia poco antes de la entrada de las tropas alemanas.
Sofía Casanova soñó con triunfar como poeta y narradora, pero fue en el periodismo donde brilló, donde contó mejor, donde hizo mejor poesía.
Espero os haya gustado. Vuestras opiniones y cometarios serán muy bien recibidos.
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